MICROCUENTO POLICIAL DEL SUEÑO


La noche 



Era una noche tormentosa, en donde los relámpagos iluminaban el cielo sobre la ciudad oscura, mientras dormía en el departamento de mi padre. Estaba sola, con la lluvia como mi única compañía cuando mi sueño se vio interrumpido por una escena macabra que no logre comprender en el momento.

Los ruidos provenían del salón principal del lugar, y rápidamente busque el paraguas como si fuese un cuchillo herrumbrado capaz de salvarme ante cualquier ataque. Mientras avanzaba lentamente hacia la habitación, confirme la hora en el reloj de pie. Era la medianoche, ideal para esta situación, pensé.

A medida que me iba acercando, las voces se iban aclarando. Eran Manuel y Lucía, que discutían acaloradamente. Mi preocupación inmediata fue preguntarme qué era lo que hacía Lucía en mi casa, ya que Manuel era uno de mis amigos más queridos, pero ella. A ella la había dejado ver hace años, porque habíamos tomado distintos caminos.

"Que les pasa", trate de decir, pero ninguno de ellos parecía escucharme. Seguían discutiendo sin parar.

De repente, uno de ellos sacó un arma y disparó al otro en un acceso de ira. Manuel yacía en el piso, mientras un líquido de color escarlata salia de su boca. Horrorizada, observe la escena en shock. Pero justo antes de que pudiera reaccionar, Lucia giró hacia mi lado y disparó con el arma.

Para mi sorpresa, el disparo fallo y herido pero viva, fingí estar muerta por unos minutos hasta comprobar que Lucía se alejaba.

No se cuanto tiempo paso, y no se porque no llame a la policía. Solo quede ahí, acostada con el cuerpo de mi amigo hacia mi lado. Había un asesinato que estaba siendo encubierto por mi, quiera o no, estaba protegiendo a la persona equivocada y de repente como un espejo roto, sentí que mi percepción sobre si misma, se dividía.

¿Que estoy haciendo? Debo pararme y llamar a la policía. Deben venir con sus perros negros y analizar la situación. ¡Si dejo pasar más tiempo, creerán que fui yo quien cometió el asesinato!

De repente, un enano emergió de las sombras, dispuesto a ponerle fin a mi sufrimiento y silenciarme de una vez por todas. Se dirigió hacia mí con un cuchillo herrumbrado y trato de matarme a sangre fría. No entendía qué era lo que quería y porque se encontraba allí en ese momento.

- ¡Cuidado!- gritó mi padre sacándome de todo pensamiento.

Desperté, en la cocina, apunto de meter la mano en la olla caliente de agua.

- ¿Cuántas veces te dije que cuando duermas, debes cerrar tu puerta con llave? Eres sonámbula, por el amor de Dios!

Mire hacia la estantería, en donde la estatuilla del enano frívolo me devolvía la mirada. A su lado, el cuchillo herrumbrado colgaba de la pared al ser un regalo heredado de mi padre. Me congele, y me dio mucho miedo el pensar porque había soñado lo que había soñado y si hacia bien en investigar un poco mas de la vida de Lucia.






Comentarios

  1. Me gusto mucho, es verdad que si te dormis pensando en algo quizás soñas con eso.

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