PRECUELA MICROCUENTO DE LOS SUEÑOS

 PRECUELA DE LA NOSTALGIA TRAICIONERA





Rio, mientras camino por los pasillos del colegio, acompañada de la persona más parecida a mí del lugar. Deambulamos por todo el edificio, mientras charlamos con un grupo de amigas, sin saber lo afortunadas que somos de tenernos unas a las otras.

La nostalgia nos saluda a lo lejos, y nosotras nos acercamos para abrazarla y charlar con ella. La quiero mucho, cada vez que hablamos con ella terminamos recordando los mejores momentos que compartimos todas juntas.

El recreo al lado de ellas, parece terminar en segundos. Provocando un sentimiento pasajero de tristeza, que solo dura unos segundos. Me despido de mi otro yo con un abrazo, mientras cada una entra a su respectiva clase. 

Las horas pasan, hasta que el final del día escolar, llega. Y me reencuentro con mi mejor amiga en la salida del colegio, invitandome a dormir a su casa como todos los miércoles. Como de costumbre, yo no dudo en aceptar. Basta con solo un llamado a mis padres para confirmar el programa, y me dirijo al auto con sus hermanos y hermana. Los saludo a cada uno, y reímos durante la media hora de recorrido de vuelta.

Llegamos a su casa, que a este punto considero propia, y abrazó a sus padres que quiero como si fueran míos. Mientras almorzamos, charlamos sobre el dia de hoy. Reímos, bromeamos y nos ponemos al tanto sobre nuestros respectivos días.

Vemos una película, mientras cocinamos unas galletitas, y a carcajadas jugamos sobre tonterías que se nos van ocurriendo en el momento. La tarde pasa, y la noche llega. 

Comemos en familia en la mesa de comedor, y agradezco por la deliciosa comida que me sirvieron. Es hora de irse a dormir, así que me despido de todos y juntas nos dirigimos al cuarto de servicio. A veces dormimos en su habitación compartida con su hermana menor, pero hoy por alguna razón queríamos charlar solas. Me presta un remeron de piyama y me dirijo al baño para lavarme los dientes. Agarro mi cepillo que tengo en su casa, y me cepillo los dientes. Luego de unos buches, me tiro en la cama para ver tik tok. Ella hace lo mismo, en su respectiva cama y cada una, se encuentra absuelta en su mundo. Reina el silencio por un momento, y logró irme a dormir, en paz y tranquila por pocas veces en mi vida.

La nostalgia nos observa, y no se en que momento entro al cuarto. Pero me llama la atención que nos visite a estas horas de la noche, debido a que ella siempre esta cuando nos reunimos con nuestras otras amigas. Nos mira a cada una en su cama, y para antes de que pueda abrir bien los ojos, desaparece y no la vuelvo a ver hasta un buen tiempo.

Sin saber que para esta altura, del año siguiente, ya no íbamos estar hablando y mi corazón iba a estar roto por primera vez en mi vida. Y no por un hombre, sino que por mi mejor amiga.


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